Cartagena: Fabrica de campeones

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Por Camilo Ramos (Corresponsal en Perú).- El biorritmo del deporte de Cartagena cada vez es más evidente, en el último tiempo viene siendo reiterativa la explosión de emociones a raíz de los triunfos que vienen cosechando los deportistas nacidos en El Corralito de Piedras.

Sin embargo, la inclusión de los futbolistas cartageneros Wilmar Barrios, Orlando Berrio y Roger Martínez en la última lista de convocados a la Selección Colombia o el inmejorable momento de Giovanni Urshela en los Yankees de Nueva York, o el categórico aporte de las bolivarenses María Alejandra Marín o Amanda Coneo en la Selección Colombia de voleibol, no es un asunto novedoso cuando de un deportista heroico se trata, en realidad, Cartagena es una fábrica de campeones.

Han pasado 47 años del recordado bronce ganado por el boxeador Alfonso Pérez en Múnich, convirtiéndose aquel septiembre de 1972 en el primer cartagenero en ganar una medalla de bronce en unos Juegos Olímpicos. Casi que al mismo tiempo, Jaime Morón León comenzaba a avisar con el despliegue de su talento, que del Corralito de Piedras salen futbolistas que acarician bien la pelota, él la trataba con tanta dulzura que daba su vida corriendo por ella.

Morón era un jugador veloz, con porte de atleta, sobretodo porque antes del fútbol tuvo la atractiva ocurrencia de cronometrar 10”4/10 en el hectómetro. Sus inagotables recursos lo convirtieron en el primer cartagenero en triunfar en el fútbol y el primer convocado a la Selección Colombia de mayores, participando del combinado nacional en las eliminatorias a los Juegos Olímpicos de 1972 y en el clasificatorio al Mundial de Alemania 1974.

Dos años después de la hazaña de Alfonso Pérez en Munich, Rodrigo ‘Rocky’ Valdez fue campeón mundial de boxeo en el peso mediano del CMB, noqueando en el séptimo asalto a Bennie Briscoe, y dos meses después las buenas noticias llegaron desde el beisbol, cuando Orlando “Ñato” Ramírez se convertía en el primer cartagenero y colombiano que debutó en las Grandes Ligas de este deporte que tanto nos ha identificado a los cartageneros.

Tanto así, que lo que comenzó en aquel mes de julio de 1974 con “El ñato”, se perfeccionó El 27 de octubre de 2004, cuando Orlando Cabrera se consagró campeón de la Serie Mundial con los Medias Rojas de Boston, ese día Cartagena caminaba por los pasillos de USA, aquella ciudad de lucha se reflejaba en el rostro de un “atrevido carasucia” que cuando calentaba el bate, mostraba el caluroso abrazo de la tierra que lo vio nacer.

No, no es nuevo el éxito que se ve hoy en día en los deportistas cartageneros, la ciudad heroica ha sido la cuna de grandes glorias del deporte, la cama de los mejores y la mansión de los grandes.

Como olvidarse de Ceciclia “Chechi” Baena, que desde su infancia tuvo la sana costumbre de coleccionar medallas, de hecho, en el Mundial de Patinaje del año 2000 disputado en Barrancabermeja, se colgó 4 medallas de oro y una de de plata.

Sin duda alguna “La chechi” es una referente en el deporte no solo de Cartagena, de Colombia y del mundo entero. Ella abrió y preparó un camino para las futuras generaciones del patinaje, nos hizo ganadores por siempre. Lo Que vemos hoy en día, por ejemplo, en Geiny Pájaro, es una prueba fehaciente de que el Corralito de Piedras es un espacio donde se forman los mejores del patinaje.

Una publicación reciente del periódico El Universal informa que Cartagena es la más pobre entre las 7 principales ciudades capitales del país, pero permitan a este servidor hablar de sus riquezas.

Permítanme hablar de las bolivarenses María Alejandra Marín, Melissa Rangel, Dayana Segovia y Amanda Coneo, integrantes de la Selección Colombia de voleibol que alcanzó una medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, es la primera vez que el conjunto cafetero clasifica a una final en estas justas, siendo Coneo la figura del combinado nacional.

Permitanme escribir de Roger Martinez, que es un crack, el mayor prospecto en la delantera de la Selección Colombia y que con sus goles le da una melodía aún más fascinante al cántico de los mariachis, porque en México lo aman.

¿Cuánta riqueza habrá en las millones de sonrisas que explotan al mismo tiempo que Giovanni Urshela brilla en la MLB con los Yankees?

No me hablen de pobreza en un tiempo donde Urshela se convirtió recientemente en el colombiano con más jonrones en una temporada de Grandes Ligas al conectar 18 cuadrangulares, uno más que el también cartagenero Cabrera, porque cuando hay tanta riqueza, entre nosotros mismos nos turnamos el primer lugar.

Ahora bien, no pretendo negar la realidad de la crisis económica que está viviendo la ciudad, pero creo fielmente en el deporte como un mecanismo para erradicar la pobreza. Si Cartagena es una fábrica de campeones, podrá vencer en esta batalla.

Hay que nadar en las aguas de la esperanza, así como Jaime González Johnson, el mejor nadador en la historia de Cartagena y ganador de seis medallas de oro, dos de plata y una de bronce en los Juegos Nacionales de 1960, convirtiéndose en el primer deportista en lograr tan suculento registro.

Y seguiremos cosechando triunfos porque el deporte seguirá siendo un escenario para dejar en alto el nombre de Cartagena, la denominación de “ciudad heroica” nos hace ganadores por naturaleza y los capítulos de gloria se seguirán escribiendo con tinta roja, amarilla y verde.

 

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