

Un lamentable hecho de violencia política golpea la democracia local y amenaza el liderazgo femenino en Colombia.
La alcaldesa de San Onofre, Marta Cantillo Martínez, denunció haber sido víctima de una agresión física que no puede interpretarse como un simple altercado. Según su relato, el ataque habría sido cometido por el concejal Dionisio Bánquez Márquez y su esposa, dejando como consecuencia un golpe en su rostro y una incapacidad médica de 20 días.
El hecho no solo afectó la integridad de una mujer y mandataria local, sino que también sacudió la confianza ciudadana en sus instituciones. Ante la gravedad de la situación, se designó de manera encargada a Natalia Sofía Castillo Julio, secretaria administrativa, para garantizar la continuidad del gobierno municipal.
Una violencia que trasciende lo personal
Este episodio refleja la crudeza de la violencia política que persiste en Colombia. Castigar a quien levanta la voz contra la corrupción o desafía intereses se convierte en un acto que erosiona la democracia. Lo que debería resolverse en el debate de las ideas terminó transformado en un ataque físico contra la primera autoridad del municipio.
La agresión, además de ser un atentado contra la integridad de la alcaldesa, envía un mensaje de intimidación a otros líderes locales que, como Cantillo, ponen por encima de todo el bienestar de su comunidad. Se trata de un hecho que amenaza directamente el liderazgo femenino, indispensable en la construcción de gobiernos transparentes y participativos.
Gobernar con valentía, un riesgo latente
El caso de San Onofre evidencia que defender al pueblo y combatir la corrupción no debería tener como precio el maltrato ni la violencia. En un país que busca consolidar la democracia local, este tipo de agresiones representan un retroceso y ponen a prueba la capacidad de las instituciones para proteger a sus líderes.
Gobernar con dignidad y firmeza no puede convertirse en un riesgo de vida. La agresión contra la alcaldesa Cantillo se convierte en una advertencia peligrosa: ¿qué futuro puede tener la democracia si quienes gobiernan con valentía deben pagar con golpes el costo de servir a su gente?