La Conmebol inauguró la Casa del Fútbol en Moscú, con un único objetivo: seguir construyendo su sueño de albergar el Mundial en 2030.
Argentina, Uruguay y Paraguay presentaron su candidatura frente a la icónica Catedral del Cristo Salvador, cerca de la Plaza Roja, con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y su homólogo de la Conmebol, Alejandro Domínguez, que se rodearon de una pléyade de exestrellas del fútbol sudamericano.
«Es una emoción estar aquí, con estos trofeos que no son solamente la historia de Sudamérica sino la historia del fútbol mundial. Esta es la historia del mundo, del fútbol en el mundo. Esta es una emoción muy grande. Es fantástico», comentó Infantino en un perfecto español al lado de la Copa América, la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana.
«La iniciativa de 2030 es una gran idea y creo que el mundo tiene que agradecer a Sudamérica en general por lo que hizo en el fútbol», añadió el máximo dirigente de la FIFA.
Bajo el lema «Conmebol Cree en Grande», Infantino y Domínguez se rodearon de leyendas como los argentinos Javier Zanetti y Oscar Ruggeri, el uruguayo Diego Forlán o el seleccionador de Chile, Reinaldo Rueda.
«Somos pasión. El fútbol sobrepasa todo. El fútbol nos une. Y vinimos hasta aquí porque queremos tener una casa que abra las puertas a todos y todas. Vinimos a Rusia porque queremos abrirnos, queremos acercarnos, queremos seguir trabajando de cerca con la FIFA, con otras confederaciones, con otras asociaciones miembro, queremos aprender», comentó Domínguez.
Fernando Marín Coordinador Gemneral de la Candidatura del Mundial 2030, fue el encargado oficial de la presentación.
En 1930, Uruguay se convirtió en el primer campeón en su propio suelo y el objetivo de la Conmebol es volver a acoger el evento un siglo después.
Fernando Marín, coordinador general de la candidatura, destacó «el legado» que espera dejar la organización del torneo, así como la pasión del fútbol sudamericano.