Hoy, este gol con sabor a libertad no tiene mañana: es el reflejo del esfuerzo, la lealtad y la esperanza
En una noche cargada de emociones, Real Cartagena logró un triunfo vital ante Llaneros, con un gol de Murillo en el segundo tiempo que simboliza fútbol de libertad, sentimiento y amor por la camiseta. Este 1-0 no solo le permitió al equipo heroico quedar bien posicionado en el grupo B de los Cuadrangulares, donde es segundo con 9 puntos, los mismos que Llaneros, sino que también lo catapultó al segundo lugar en la tabla de reclasificación, una herramienta clave para soñar con el ascenso.
Darwin Palomeque, Ignacio Bartola y Juan Angulo lideraron una sólida defensa, enfrentándose a un Llaneros que manejó bien la pelota con jugadores como Mosquera y Ureña, siempre buscando el arco rival. Pero el esfuerzo de figuras como Teófilo Gutiérrez y Cristian Marrugo, quienes dejaron todo en la cancha, marcó la diferencia.
El técnico Sebastián Viera acertó en los cambios, mostrando que el equipo tiene recursos para pelear hasta el final. A pesar de un arbitraje confuso por momentos, el aliento constante de la hinchada cartagenera fue un motor invaluable, llenando de ilusión a una ciudad que no deja de creer en su equipo.
Con este triunfo, Real Cartagena sigue dependiendo de otros resultados, pero su posición en la reclasificación le da otra oportunidad para pelear el ascenso. Ahora más que nunca, el apoyo decidido de la afición y de líderes como Dumek Turbay y Yamil Arana será crucial para sostener este sueño.
Hoy, este gol con sabor a libertad no tiene mañana: es el reflejo del esfuerzo, la lealtad y la esperanza de un equipo y una ciudad que sueñan con regresar a la máxima categoría del fútbol colombiano.