Real «Parvulito» de Rendón se convierte así en la cruel tortura de la fanaticada cartagenera en época de Pandemia.
Por Juan Carlos Revollo. – Real Cartagena sigue con sus «papelones» ahondando el sufrimiento de la afición cartagenera. Sin argumentos claros en la ofensiva empató ante el colero de la B, Tigres de Bogotá, en cumplimiento del juego de ida de la segunda fase de la Copa Colombia Betplay.
Su feudo prestado, el estadio Romelio Martínez de Barranquilla, fue escenario de una tortura futbolística para quienes aún sueñan con un Real Cartagena protagonista de buenas noticias, pero no de la perversa manifestación futbolística del auriverde, que hasta en eso viene configurando detrimento, porque ahora es aurialbo en una fea combinación del uniforme.
El partido terminó sin goles y eso que el equipo Tigres quedó con 10 hombres en la cancha por expulsión de su capitán de campo Carlos Castillo. Los dirigidos por Nilton Bernal, dilapidaron pena máxima (Jhonatan Pérez). El partido de vuelta en Copa Colombia será el próximo miércoles 30 de septiembre en Cundinamarca, casa de Tigres.
Real «Parvulito» de Rendón se convierte así en la cruel tortura de la fanaticada cartagenera en época de Pandemia.