Cartagena con el Gober: Un jonrón con bases llenas

En cada barrio visitado, queda demostrado que cuando la comunidad y sus líderes caminan en un mismo compás, el resultado no puede ser otro que un jonrón con bases llenas

El sol iluminaba Cartagena mientras la brisa marina se mezclaba con los aromas de las ollas comunitarias. En cada esquina, en cada terraza, las sonrisas brotaban con la misma naturalidad con la que el sancocho burbujeaba en los fogones. Más de cuarenta barrios fueron testigos de una jornada que convirtió las calles en espacios de encuentro, diálogo y celebración.

El evento, impulsado por la administración departamental, no solo llevó recreación y entretenimiento, sino que dejó una huella de cercanía y empatía. Desde niños correteando en las canchas hasta ancianos compartiendo historias en sus mecedoras, Cartagena se sintió unida bajo un mismo propósito. La gobernanza, lejos de los escritorios fríos, cobró vida en cada plato servido, en cada palabra intercambiada entre la comunidad y sus líderes.

Las mesas improvisadas en los barrios se llenaron con sancochos trifásicos, mondongo, arroces de pollo y cerdo, acompañados de abundante líquido para combatir el inclemente calor. La comida se convirtió en símbolo de unión, reflejo de una ciudad que se reconoce en su diversidad y en su espíritu solidario.

“Debería repetirse cada domingo”, decía un vendedor de raspao en El Milagro, con la certeza de quien ha visto la transformación desde abajo, desde el corazón del pueblo. Porque más allá de la música y el deporte, lo que quedó en el aire fue un sentimiento de gratitud mutua. Cartagena y su gente, orgullosos de su identidad, encontraron en su Gobernador un aliado que no solo gobierna, sino que entiende, escucha y comparte.

Estos grandes encuentros con la comunidad reafirman que el liderazgo de Yamil Arana trasciende la gestión administrativa: es cercanía, compromiso y conexión con la gente. Y en cada jornada, en cada barrio visitado, queda demostrado que cuando la comunidad y sus líderes caminan en un mismo compás, el resultado no puede ser otro que un jonrón con bases llenas.