Reproducimos la entrevista que el equipo de comunicaciones de la DIMAYOR realizó a la capitana del Real Cartagena Femenino, Ingrid Jaramillo quien es oriunda del Valle del Cauca quien del Fútbol de Salón paso al Fútbol Profesional Femenino
Ingrid Jaramillo es la número 13 de Real Cartagena. Entre sus facultades se destaca el potente remate de media distancia, el buen manejo del balón y lo aguerrida en recuperación. La mediocampista nos contó sobre su proceso de aprendizaje y su evolución con el balompié.
¿En qué momento se despierta en usted la pasión por el fútbol?
Creo que desde que estaba en la barriga de mi mamá. Ahí, aún sin nacer, ya corría el fútbol por mis venas. Sin embargo, mi primera experiencia real en este deporte fue en equipos de Cali cuando tenía 10 años. De ahí en adelante, estuve con la Selección Valle de fútbol.
Tiene una alta trayectoria en fútbol de sala, ¿por qué decide hacer parte del Fútbol Profesional Femenino?
Porque ese ha sido uno de mis sueños desde pequeña. Ahora que hago parte de Real Cartagena y que soy la capitana del equipo, siento una gran satisfacción por haber logrado uno de mis sueños.
¿Cómo ve la creación de la Liga Femenina Águila?
Sin lugar a dudas, la creación de esta Liga y la ejecución de este campeonato le dado mucho nivel al fútbol femenino colombiano y creo que eso se ha demostrado en las participaciones internacionales. En todas, Colombia ha dejado su nombre en alto.
¿Una valluna cómo llega al Real Cartagena?
Yo llego a este equipo, gracias al profesor Pedro Valdés (DT. de Real Cartagena). Él me había visto jugar microfútbol profesional y decidió llamarme para que hiciera parte de su equipo de trabajo. Yo llevaba algunos meses en Cartagena y, por ello, hoy hago parte de esta excelente institución.
¿A futuro, cuáles son sus proyectos profesionales?
Mi meta, ahora mismo, es poder ser campeona del Fútbol Profesional Colombiano. Quiero entregar todo a cada equipo al que pertenezca, pero también quiero que las jugadoras que vienen en procesos inferiores vean que, con sacrificio y humildad, los sueños sí se pueden hacer realidad.
¿Ha tenido algún momento donde ha querido flaquear?
En realidad, sí. En varias ocasiones he tenido que hacer grandes sacrificios. Por ejemplo, ahora estoy lejos de mi familia, pero cuando siento esos momentos de fragilidad recuerdo que gracias al fútbol ellos están mejor y que en este deporte les he dado muchas alegrías a mis seres queridos.
¿Cuál es la mayor enseñanza que le ha dejado esta profesión?
Son muchos los aprendizajes, pero la mayor enseñanza ha sido la humildad y la entrega que se debe tener por este deporte. Aunque se practiquen diferentes disciplinas, siempre serán con una ‘pecosa’ y con el objetivo de hacer gol.
¿Cómo es la relación familia – fútbol – Ingrid?
La mejor de todas. Hoy puedo decir que me debo profesionalmente al apoyo incondicional que me ha dado mi familia. Gracias a ellos he logrado muchos objetivos y he alcanzado mis propósitos. El fútbol me ha dado todo lo que tengo y por eso lo vivo con tanta pasión e intensidad.