Hay Teherán para rato

Para Julio todo va a estar bien, ya casi está en su punto, tiene una gran ventaja y es la sorpresa que no permitirá dejar escapar, más victorias en juegos sin decisión, su corazón está listo para ratificar su grandeza y …

Por Hegel Ortega Madero (Enviado Especial al Spring Training).- Para Julio todo va a estar bien, ya casi está en su punto, tiene una gran ventaja y es la sorpresa que no permitirá dejar escapar, más victorias en juegos sin decisión, su corazón está listo para ratificar su grandeza y superar cualquier tormenta en la larga temporada que se inicia en el mejor béisbol del mundo y que tiene como sede los diferentes escenarios beisboleros de USA.

Hay nuevas reglas para los lanzadores en grandes ligas, no podrán demorar más de 20 segundos para hacer efectivo sus lanzamientos, de acuerdo a las nuevas disposiciones de la MLB. Lo anterior no es motivo de preocupación para el caballo de Olaya, Julio Teherán, el crédito y abridor de los Bravos de Atlanta, quien durante las últimas cinco temporadas de la liga nacional ha tenido el inmenso placer de ser protagonista en el Open Day como pitcher número uno de su organización y quien aspira este año a igualar el record  de Gren Madux con seis aperturas, lo cual es orgullo para cualquier serpentinero de las ligas mayores. Lo anterior ratifica que el colombiano no está dispuesto a ceder el estatus obtenido como verdugo de los más temibles toleteros de la gran carpa. Su calidad es reconocida y  defiende con dignidad el hecho de ser miembro del mejor beisbol del mundo.

El 2019 será un año lleno de muchos retos para el pelotero cartagenero, pues se rumoró que sería cambiado de equipo o si se queda  perdería la posición de numero uno con el lanzador norteamericano Mike  Foltinewicz; pero Julio quien es creyente, consecuente y coherente, está más fuerte que nunca, luce como un guerrero que conoce perfectamente cómo se ganan los grandes desafíos y batallas del diario acontecer de su oficio. Colocándose su mejor armadura, un brazo fuerte y sano, el cual no se gana sino con trabajo y constancia.

El pasado lunes apareció en el estadio ESPN Wide World of sports de Orlando, Florida, enfrentando a los astros de Houston, después de cuatro meses sin tener contacto con un juego reglamentado lanzó tres inning, le conectaron tres hits, uno de ellos se fue para la calle y le hicieron tres carreras, una de las cuales fue sucia, al tiempo que ponchó tres, no concedió base por bolas e hizo 45 pitcheos. Pero sin duda el hecho más relevante de su aparición en el 2019  fue el lanzamiento de 97 millas que logró poner a la prensa especializada, presente en el juego, a buscarlo tan pronto terminó su actuación .

El mensaje es claro  hay Teherán para rato en grandes ligas y todos desean saber qué ha hecho para llegar como todo un huracán con nuevo repertorio en el montículo, estupendas combinaciones en su comando, con velocidad y control, pero sobretodo con el carácter suficiente  para escribir la página dorada de la MLB como un pitcher sólido que temporada a temporada escribe su propia película con su guion, el cual se denomina «Pacto con Dios y  la gloria».