Desde Bruselas, con la Selección Colombia como catalizador de sonrisas y abrazos, el Bolívar que enamora se llenó de vida. Una verdadera fiesta caribeña, donde el fútbol, el amor a la patria y el orgullo de ser colombiano se celebran con pasión y corazón. ¡Arriba el Bolívar que vibra, celebra y emociona!
Por Hegel Ortega – La tarde cartagenera fue un verdadero carnaval futbolero. La victoria 4-0 de Colombia frente a Chile desató una ola de emociones que sacudió no solo a los fanáticos, sino a las mismas entrañas de los barrios populares.
En la cancha Álvaro Ortega Madero, del barrio Bruselas, más de 1.000 asistentes se congregaron, liderados por el gobernador Yamil Arana, un apasionado defensor de que el deporte es mucho más que entretenimiento: Es una herramienta de transformación social.
El ambiente no podía ser más vibrante. Las bubucelas resonaban con fuerza, los cánticos de las barras y el ánimo de los hinchas teñían la atmósfera de amarillo, azul y rojo. “Los Galácticos del Deporte” narraban el partido con un fervor tan grande que era imposible no dejarse llevar por el sentimiento.
El primer gol de Davinson Sánchez fue el detonante. El gobernador, que vive la pasión futbolera con el corazón en la mano, saltó como un niño chiquito, contagiando de emoción a toda la cancha. El segundo gol, un impresionante disparo de Luis Díaz, fue un grito de rabia y orgullo que se elevó por encima de las casas del barrio. El tercero, obra de Jhon Jader Durán, fue la cereza del pastel, Bruselas explotó en una algarabía que unió a todos en un solo grito de júbilo.
Pero el cuarto gol fue el momento cumbre: la multitud no aguantó más y se lanzó sobre el gobernador, quien fue abrazado, levantado y vitoreado por la gente que lo veía no solo como un líder político, sino como el creador de felicidad en los barrios, el artífice de un espacio de unión y paz.
La alegría se esparció como pólvora entre las familias quienes, en una noche mágica, pudieron ver a su selección en un ambiente de fraternidad, seguridad y orgullo patrio.
No fue solo un triunfo futbolístico, fue una fiesta inolvidable que marcó el inicio de lo que será un Bolívar en modo fiesta para conmemorar los 213 años de la independencia de Cartagena. Y el gobernador, quien ya tiene los barrios de Cartagena vestidos de fiesta patria, invitó a los cartageneros a elegir, a través de las redes sociales, el barrio donde quieren vivir la próxima fiesta de la Selección.
Desde Bruselas, con la Selección Colombia como catalizador de sonrisas y abrazos, el Bolívar que enamora se llenó de vida. Una verdadera fiesta caribeña, donde el fútbol, el amor a la patria y el orgullo de ser colombiano se celebran con pasión y corazón. ¡Arriba el Bolívar que vibra, celebra y emociona!