Muhammad Ali: Show, golpe y marca de una leyenda del boxeo

Cartagena y Bolívar en Un Solo Corazón
07/05/2020
La WBSC le otorga a Argentina los derechos de hospedaje de la primera Copa Mundial de Softbol Masculino Sub-23
07/05/2020
Ver todo

Retro Sport «Los años maravillosos del deporte»

Cassius, ante la respuesta de su rival, comenzó a bailar por todo el ring como nuevo Campeón del Mundo, gritando a los periodistas y presentes, «Soy el rey del mundo, soy el más grande.»

Por Hegel Ortega. – En la década de los 60´ el mundo del boxeo conoció a una de las figuras más trascendentales del deporte mundial, un verdadero exponente de la estrategia y propaganda para vencer al más terrible de los rivales.

La leyenda del boxeo Muhammad Alí, cuyo nombre de nacimiento era Cassius Marcellus Clay.

Alí, fue el más espectacular y quizás el mejor peso pesado del boxeo que encarnó un lirismo físico y poco ortodoxo en el que se fusionaba la velocidad, agilidad y potencia, que lo llevaban a una forma fluida donde le marcaba diferencia a cualquiera de sus contrincantes.

Tenía una mente ágil, una personalidad arrolladora, con una gran confianza en sí mismo y un conjunto de convicciones que fomentaron un magnetismo que el ring no podía contener. Fuera del ring lideró muchos procesos sociales y políticos.

Llegó a campeón del mundo un 25 de mayo de 1964 en Miami, derrotando al monarca de la época «Sonny» Liston quien ostentaba el cinturón de la AMB y de la comisión de Nueva York.

Cassius con 22 años, mostró aquel día destellos de ser un hombre capaz de burlarse de sus rivales. Días antes de la pelea lanzó diatribas a su rival diciéndole «Que flotaría como una mariposa y picaría como una abeja». Ya en el combate, Alí fue rápido e inteligente, con velocidad y filigrana, pegando y no dejándose pegar. Convirtiendo el rostro de «Sonny» en una verdadera piña, logrando cerrarle los dos ojos, a tal punto que Liston gritó «Hasta aquí llegamos, no sigo más.» Escupió el protector bucal para recibir la mayor humillación de su vida.

 

Cassius, ante la respuesta de su rival, comenzó a bailar por todo el ring como nuevo Campeón del Mundo, gritando a los periodistas y presentes, «Soy el rey del mundo, soy el más grande.»

Un año después,  el campeón Cassius se convertiría al Islam, cambiándose de nombre y ya como Muhammad Alí, volvió a vencer en el primer asalto, en pelea de revancha al mismo «Sonny» Liston.

Alí seguiría haciendo historia, pero ya con posturas políticas, pues le fue suspendida por 3 años su licencia como boxeador al negarse prestar el servicio militar y de paso no ir a la guerra de Vietnam.

El 8 de marzo de 1971 reaparece como retador del invicto Joe Frazier , con quien iniciaría un recorrido de 3 épicas batallas. El primero de aquel combate lo perdió en el Madison Square Garden de Nueva York, todavía para la época, los pleitos boxísticos eran a 15 asaltos, el combate iba muy cerrado, pero en el 14, Frazer sacó la mano y tiró a Alí a la lona. Ese golpe marcaría la diferencia para darle la victoria al campeón por decisión de los jueces.

Pero, Alí reconquistaría el título del mundo el 30 de octubre de 1974 frente a George Foreman en África, en la ciudad de Kinsasa, República Democrática del Congo. Ese combate rompería con todos los paradigmas de realizar pleitos de esa categoría en los Estados Unidos. Alí llegó como retador, pero su condición de líder de la lucha contra el racismo lo hacía convertirse en aquel lugar, un ídolo.

La pelea se desarrollaría con la iniciativa el los primeros round y con la colocación de los mejores golpes de George Foreman, quien buscaba la manera de sacar ventaja con potencia y velocidad, como también de su juventud. Los asistentes gritaban «Alí bomayé o Alí mátalo» y fue así como en el octavo (8) asalto apareció el concierto de gancho de izquierda, recta de derecha, hasta lograr masacrar, llevar a la lona y sentenciar la victoria para Muhammad Alí, lo cual le valdría su título número 2 del mundo de los pesos completos.

Pero si queremos hacerle un tributo a la grandeza del boxeo, llegamos al mejor guión de la película «Alí Campeón.»

La sede sería Manila, 1o de octubre de 1975, fue un combate de mucha tensión, ambos púgiles llegaron con almanaques avanzados.

Alí 31 y Frazer 33 años, respectivamente. Alí fue rápido y agresivo, Frazer un exquisito contragolpeador, durante el combate ambos demostraban sus habilidades y su mejor repertorio. Fue un combate descarnado, donde se olvidaron las estrategias y donde la consigna era vencer o morir.

 

Del decimo (10) asalto en adelante, Alí mostró lo mejor de su portafolio y volvió una carnicería el rostro de Frazer, hasta llegar el asalto 14 , donde el retador Frazer no volvió a salir de su esquina, manteniendo el título de Muhammad Alí, a quién la historia considera el golpe y el show que dejaron marca, convirtiéndolo en leyenda.